Es probable que en los últimos tiempos hayas oído hablar de las eGPU, o External GPU, pues son varios los fabricantes que han lanzado sus propios modelos al mercado. En este artículo te vamos a contar qué es una eGPU, cuáles son sus características y en qué casos te podría llegar a interesar comprar una.
El concepto de eGPU o External GPU parece bastante claro, ¿verdad? Una tarjeta gráfica externa. Sin embargo, el concepto va un poco más allá porque hay una serie de características y sobre todo requisitos técnicos que lo definen, y que pueden marcar la diferencia ya no solo para el hecho de que pueda llegar a interesarte este tipo de producto o no, sino también de que te funcione o hayas comprado un trasto muy caro pero inservible.
Qué es una eGPU
Ya lo hemos mencionado: el concepto es una tarjeta gráfica externa… pero no del todo. Se trata de una carcasa en la que se integra un PCB con un puerto PCI-Express en el que instalar una tarjeta gráfica (que puede venir incluida o no), acompañado de una fuente de alimentación y una interfaz de conexión. En otras palabras, una eGPU es todo el conjunto que nos permitirá conectar una tarjeta gráfica de manera externa a otro PC.
Por norma general, estas carcasas externas aportarán o bien conectividad Thunderbolt o bien USB-C, pues son las únicas que nos entregan el ancho de banda suficiente para poder utilizarlas. Por lo tanto, es fundamental y característica obligatoria que, en el equipo que queramos utilizarlas, tenga esta conectividad.
Estas carcasas pueden ser tan sencillas como simplemente tener la fuente de alimentación, zócalo PCI-Express y la interfaz de conexión, pero hoy en día es más habitual que incorporen todo un conjunto que le da un plus de versatilidad, como añadiendo más puertos USB e incorporando refrigeración activa, amén de llevar ya de fábrica una tarjeta gráfica instalada.
¿En qué casos te interesaría una eGPU?
La función fundamental de estos dispositivos es la de dotar a un sistema de bajo consumo o bajo rendimiento de una potencia gráfica suficiente para poder jugar a los últimos títulos del mercado. En otras palabras, una eGPU nos permitiría poder jugar al máximo con ordenadores portátiles o incluso mini PCs como los Intel NUC. El requisito, como hemos dicho antes, es la interfaz Thunderbolt o USB-C compatible.
Así pues, si por ejemplo eres un usuario de Mac y quieres poder jugar a juegos con grandes requerimientos gráficos pero no puedes, si tu Mac tiene Thunderbolt 3 podrás hacerlo con una eGPU. Igualmente sucede lo mismo si tienes un portátil Windows con gráfica integrada, o incluso un mini PC. También podría interesarte si tienes un PC relativamente moderno pero que no tiene gráfica dedicada.
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